Teatro
El teatro ha sido cultivado a lo largo de la historia con muy distintos fines, pero siempre comprendido como una herramienta para comunicar ideas masivamente. De hecho, los antiguos griegos lo empleaban como un instrumento de educación religiosa y ciudadana, poniendo en escena sus mitos y sus célebres tragedias.
Se trata, pues, de una forma de arte muy versátil, que combina el ejercicio intelectual con la representación de situaciones graciosas, conmovedoras, impactantes, etc. Existen formas muy variadas de representación teatral, algunas de las cuales ni siquiera tienen lugar dentro de un teatro, sino en la calle, y algunas incluso exigen la participación del público.
Aunque ambos términos suelen usarse como sinónimos, en sentido estricto conviene no confundir al teatro (la representación escénica) con la dramaturgia (la escritura del texto teatral). El primero es un género escénico, mientras que la segunda es un género literario. Tampoco debemos confundir al teatro en tanto género artístico, con el teatro como edificación en la que tienen lugar este tipo de representaciones.